lunes, 27 de enero de 2014

Vegetales & The Beach Boys

Puesto de verduras y frutas del mítico Mercat de La Boqueria (Barcelona)

Los vegetales, tan deliciosos y variados en cada temporada del año. Ricos en vitaminas, minerales, con muchas cualidades beneficiosas para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Dulces, amargos, salados, picantes; con texturas finas, rugosas, crujientes; cocidos al vapor, escalivados, salteados, en puré, cremosos, en espumas; encurtidos, escabechados; llenos de colorido que nos a portan contraste a los platos y sin necesidad de nada más son de sobra un plato delicioso, llenos de matices y sanos.
Tampoco la banda de rock surfero The Beach Boys pudo resistirse ante las propiedades, colores y texturas de estos valiosos ingredientes, dedicándoles el tema Vegetables, sorte que formaba parte del álbum The Smile Sessions.
El grupo formado en la ciudad de Hawthorne (California, Estados Unidos) en el año 1961 fue el más representativo del estilo de vida californiano de los años 60, así como también de la música y cultura del surf de la época. Estuvo integrado en su fundación por los hermanos Wilson: Brian (compositor, voz, bajo y piano), Carl (guitarra y voz) y Dennis (batería, voz); junto con un primo de la familia, Mike Love (voz); y un compañero de estudio de Brian, Al Jardine (guitarra y voz). Bruce Johnston (voz, bajo y piano) se unió más tarde al grupo para reemplazar a Brian Wilson en las actuaciones en vivo.
Al principio de su carrera, sus composiciones se basaban exclusivamente en el surf rock y el pop de los años 60, con producciones y arreglos muy delicados de guitarras y armonías vocales que dotaban de un sonido característico e inconfundible al grupo. Durante la segunda mitad de la década, el grupo incursionó en el pop barroco y pop psicodélico, con álbumes como Pet Sounds y Smiley Smile, respectivamente, además del aclamado sencillo número uno Good Vibrations. Hasta 1965, las actuaciones internacionales de la banda figuraron entre las más populares de la década de 1960. Pero a partir de aquel año, el genio creativo del grupo, Brian Wilson, decidió alejarse de la banda por problemas personales. Aún así, siguieron publicando en los años 70 álbumes de distintos géneros musicales, que iban desde el elaborado pop en el disco Sunflower, al soul y gospel en Carl and the Passions - "So Tough".
Sin embargo, The Beach Boys (con diferentes miembros en su formación a lo largo de su historia) nunca llegaron a recuperar la popularidad que tuvieron a mediados de los años 60, cuando el grupo llegó a competir incluso de forma breve con The Beatles musicalmente, tanto en términos de atractivo comercial como de crítica.
 
The Beach Boys, junto a otras bandas de los años 60, sirvieron de inspiración a numerosos artistas del medio. Grupos como Queen y ABBA, o el músico inglés Elton John, e incluso el conjunto de punk rock Ramones reconocieron la influencia de la banda californiana en sus composiciones.

No sabemos si «los beatles estadounidenses» eran vegetarianos, pero al menos en este tema demostraron ser ardientes enamorados de lo verde...

"I'm gonna be round my vegetables
I'm gonna chow down my vegetables
I love you most of all
My favorite vege-table...."

 

viernes, 24 de enero de 2014

PASTA, MUSICA E FANTASIA


Italia sintetiza como ningún otro país la música con los placeres de la mesa. La simple conversación entre dos romanos es pura musicalidad, el singular modo cantado de los habitantes de la isla de Cerdeña es un regalo para los oídos y el dialecto napolitano tampoco se queda atrás. 

A ello hay que sumar su tradición musical y su envidiable escuela de cantantes. Voces rasposas, cálidas y sugerentes como las de Paolo Conte o Gino Paoli, grandes como las de Renato Carosone, Mina o el propio Caruso,  envolventes como la de Francesco Di Gregori, Lucio Dalla, Vasco Rossi o Jovanotti


Jovanotti
Mina
Personajes únicos como Adriano Celentano y temas impagables como Tintarella di Luna, Tu Vuo Fa l’Americano o Arrivederci Roma, hacen de este país un auténtico paraíso melódico y rítmico.

Y si la música está en todos los rincones italianos, su riqueza culinaria se encuentra a cada paso desde la Liguria hasta Sicilia, de Cagliari a Bari.
 

Más allá de los spaghetti y la pizza napolitana, las tentaciones gastronómicas italianas se multiplican y diversifican en cada región, ciudad y pueblo.

Mientras la Toscana ofrece su famosa bistecca alla fiorentina, en el Piamonte hay que probar su bollito misto con salsa verde, sin pasar por alto los sabrosos prosciutti y quesos de Parma, la mortadela de Bologna, los exhuberantes platos a base de pescado de Sicilia, los spaghetti alle vongole y los bucatini all’amatriciana romanos, el pesto genovese, los spaghetti con erizos de mar de Palermo, el rissotto alla milanese o a la romana…



Platos exquisitos que suelen completarse con infinidad de dolci (postres) que sólo con sus nombres se podría escribir la letra de cualquier tema de amor de Claudio Baglioni: amaretti, tiramisú, cannoli, granita, zabaione, cassata, pinzzelle

Un concierto de sabores que podría iniciarse con otro de los ingredientes más valiosos del pueblo italiano, el humor, y con esta simpatiquísima escena que nos regaló Celentano (Milano, 6 de enero de 1938) en el papel del sacerdote Don Fulgencio en la película Qua La Mano (1980) donde hace buen honor a su alias de Il molleggiato (el elástico) demostrando que música, baile y cocina puede ser una combinación explosiva.


 

Anécdota gastro-musical: Adriano Celentano es vegetariano desde 2005

Los italianos cantan como nadie al amor deseado, al conseguido o al perdido, a la mujer bella que levanta pasiones o al hombre que te hace perder la cabeza, pero no se quedan cortos a la hora de inspirarse en los placeres culinarios con los que también se vuelven pazzi (locos)….

La gran “Tigresa de Cremona”, Mina (1940) no pudo resistir la tentación de dedicar un inspirado tema a las bondades de la cocina en Ma che bontà (del álbum Mina con bignè, 1977)


"Ma perché, come mai, ma perché,
in cucina non ci entro mai, eh?
Cosa c'è nella padella
mmm che profumino,
fai assaggiare un pezzettino?
Ma che bontà, ma che bontà..."



 
Todo un clásico, el gentleman del jazz italiano por excelencia, Paolo Conte, cambió su carrera notarial como abogado por la de pianista, cantante y compositor. Su voz profunda y sensual que recuerda a las de los mejores cantautores de la chanson française, sus letras irónicas, románticas, cinematográficas y surrealistas, además de su don a la hora de unir el blues con el jazz o el tango con la música de cabaret, lo han convertido en uno de los músicos europeos más brillantes de las últimas décadas.


Conte se ha inspirado en el cine, en las crónicas urbanas, en el circo, en el imaginario onírico, pero también en los sabores y en los sentidos que puede despertar un simple y ácido Gelato al Limon (tema que puso título a su álbum publicado en 1979)
   
"Un gelato al limon gelato al limon, gelato al limon spofondati in fondo a una città un gelato al limon è vero limon. Ti piace?"


 

El romano Francesco Di Gregori (1951), uno de los más afamados cantautores italianos que como otros artistas capitolinos hizo sus primeros pinitos en el legendario local trasteverino Folkstudio, también ha tenido sus devaneos gastronómicos.

En plena forma Di Gregori acaba de publicar Francesco De Gregori Oggi (2013)

Entre sus míticos Rimmel o la Donna Cannone, Di Gregori compuso este Dammi da Mangiare (álbum La Valigia de l'Attore, 1997) en el que además queda patente que los italianos nunca ponen excusas a la hora de entrar en la cocina.
 
 
"Dammi da mangiare
che ti preparo io
fammi venire in cucina
che ti cucino io…"



Buon Appetito e Buona Musica!

martes, 21 de enero de 2014

LAS DEBILIDADES CULINARIAS DE LOUIS AMSTRONG


El que fue uno de los más grandes jazzístas del siglo XX, Louis Armstrong (Nueva Orleans, 4 de agosto de 1901 – Nueva York, 6 de julio de 1971) tuvo además una segunda pasión, la gastronomía.
"Satchmo", como también se le conocía, llevó su amor por la comida hasta a un tema como "All That Meat And No Potatoes" y firmaba sus dedicatorias con frases como “Soul Yours Foodly” o “Red Bean’s & Ricely Yours”. Junto a su plato favorito, las alubias rojas con arroz, fue un amante de la comida "soul food" de su New Orleans natal, pero también de la gastronomia china, tanto es así que en Nairobi, durante una gira por África en 1961, hizo lo imposible por localizar el único restaurante chino de la ciudad para cenar en él.
Sus numerosos viajes a Italia, lo convirtieron también en un fan de la pasta, hasta el punto que una leyenda urbana cuenta que allí en 1959 tuvo que ser ingresado por excederse en el consumo de spaghetti, aunque en realidad después se supo que Amstrong había padecido un infarto.
El propio artista declaró en alguna de sus entrevistas que Lucille Wilson, su cuarta y última esposa, fue la mejor cocinera que había conocido. No en vano, al parecer fue con ella con quien el jazzman vivió los años más felices de su vida.